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Diferencias entre productividad, esfuerzo, eficiencia y motivación que todo manager debe conocer

Hay muchos factores que inciden directa o indirectamente en el desempeño laboral de tus colaboradores. Algunos están en tus manos y otros no. En este artículo te explicaremos por qué debes enfocarte en la motivación y la eficiencia, y no en la productividad. 

Diferencias entre productividad, esfuerzo, eficiencia y motivación que todo manager debe conocer

Si el tema de la cultura organizacional y la satisfacción del empleado sigue ganando cada día más relevancia no se debe a un esfuerzo desinteresado de las empresas, que aunque lo hacen con toda la buena voluntad, también saben perfectamente que un empleado contento es un empleado más productivo

Y no lo decimos solo nosotros. De acuerdo con Talent Works International, los empleados que disfrutan su trabajo son hasta 31% más productivos y se toman 10 veces menos días de incapacidad. Además, las empresas con empleados satisfechos alcanzan hasta un 233% más de fidelización de clientes y un 26% más de ingresos

Desgraciadamente, sólo el 13% de los trabajadores alrededor del mundo se sienten comprometidos con su empleo, y esto le cuesta a las organizaciones entre $450 mil y $550 mil billones de dólares al año

Con esto en perspectiva, es fácil entender por qué a las empresas les conviene mucho invertir en un clima organizacional adecuado. La pregunta es ¿entre la satisfacción laboral y la productividad, cuál es el papel estratégico del empleador?

 

Motivación, productividad, eficiencia y esfuerzo... ¡No son lo mismo!

Se trata de términos que se confunden en un mismo campo semántico, pero debido a eso es tan frecuente que cometamos errores de la talla de querer “incrementar el esfuerzo” de un colaborador o “potenciar la productividad” de nuestro equipo. Saber qué significa cada una de estas dimensiones y entender en cuál debemos enfocarnos como empresa y cuales corresponden exclusivamente al trabajador, es el primer paso para orientar la estrategia de productividad global de un modo eficiente. 

 

Productividad

La productividad se infiere directamente de las metas o resultados obtenidos. Tu ejecutivo de ventas más productivo es el que cerró más contratos a lo largo del mes, pero, como veremos más adelante, eso no significa que tu empleado más productivo sea el más eficiente, el que más se esfuerza ni el que está más motivado. 

Tampoco significa, por muy contraintuitivo que esto suene, que sea el que más te conviene poner como ejemplo a los demás haciéndolo el empleado del mes. De hecho, por mucho que la productividad sea el objetivo final, es necesario llegar a ella por el camino correcto para que se contagie de manera homogénea y sostenida a todo el equipo, de otro modo sus resultados son muy impredecibles y difíciles de medir y atribuir. 

 

Esfuerzo

Se refiere a la inversión de energía y atención que tuvimos que realizar para llegar a un determinado resultado. Para dos empleados, el esfuerzo que se requiere para cerrar la misma cantidad de ventas puede ser abismalmente distinto. Si un empleado se sobreesfuerza, probablemente sea más productivo que otro que alcanza casi los mismos resultados con un mínimo esfuerzo, pero a un costo a mediano y largo plazo mucho más alto para su satisfacción laboral y para la empresa. Por eso muchas veces medir sólo los resultados es engañoso.

 

Eficiencia

Más allá de la productividad y el esfuerzo, que tradicionalmente han sido los aspectos en los que se enfocan las compañías, lo correcto es poner nuestra atención en la eficiencia, que se refiere a la optimización de tiempos y esfuerzos para lograr los mismos o mejores resultados de manera cada vez más sencilla

En el ejemplo anterior, el empleado que no fue tan productivo pero que se esforzó menos de la mitad, es más eficiente que el que se desgastó haciendo horas extra para lograr resultados ligeramente mejores. También es un empleado que seguramente se siente más a gusto, menos presionado y con un mejor equilibrio entre vida personal y laboral. 

De cualquier manera, este es solo un ejemplo: en la práctica los empleados más eficientes también tienden a estar entre los más productivos. Para surgir, la eficiencia necesita creatividad, libertad de acción y, sobre todo, motivación

 

Motivación laboral 

La motivación laboral se expresa mediante el nivel de energía, compromiso, persistencia y creatividad que le imprimimos al trabajo, y también mediante el buen (o  mal) humor que nos acompaña durante las horas de oficina. Para que realmente invirtamos todos estos recursos cognitivos y emocionales en el trabajo, tenemos que estar genuinamente interesados en lo que hacemos, o por lo menos pasarla bien mientras lo hacemos, y para que eso se logre debe ser posible encontrar sentido en nuestro quehacer, más allá de simplemente cobrar la nómina. 

 

¿Por qué generar un clima laboral centrado en la motivación y no en la productividad?

Hay trabajos aburridos y repetitivos  con los que hay que lidiar, eso es una realidad, pero esto no significa que la motivación no pueda promoverse de otras maneras cuando la actividad laboral en sí misma no es precisamente apasionante. De allí la importancia del clima laboral y la cultura organizacional.

Hacer que tus colaboradores se sientan orgullosos de trabajar en tu empresa es la primera ficha de dominó de la cadena que desemboca en la productividad. Así que no te saltes los pasos y no hagas la vista gorda ante malas prácticas que pueden desmotivar a tu equipo, que a la larga tienen un coste en tiempo y dinero mucho más alto de lo que parece a simple vista.

Como empleador, lo que está 100% en tus manos es la posibilidad de motivar a tus colaboradores, y también tienes un pequeño margen de acción compartiendo con ellos y fomentando estrategias que los ayuden a ser más eficientes. 

No tiene mucho sentido que les pidas que “se esfuercen más” o que “sean más productivos”, porque si no se están esforzando lo suficiente o no alcanzan las metas establecidas, eso se debe a que no hay suficiente motivación por parte de la compañía, o a que no son el empleado adecuado para esa posición, así de simple.

Los empleados más eficientes y motivados de tu empresa son los “Top performers” que debes identificar y cuyas habilidades y estrategias debes potenciar para que se contagien al resto del equipo. Si quieres saber cómo lograrlo, descarga nuestra guía gratuita:

 

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En la que descubrirás: 

1.- ¿Cuál es la diferencia entre un buen empleado y un Top performer?

2.- Por qué debes tener cuidado con el workaholismo! Productividad y eficiencia no son lo mismo

3.- ¿Cómo identificar a tus Top performers?

4.-  ¿Cómo crear y atraer nuevos Top performers?

5.- Cómo te puede ayudar un software de monitoreo remoto a identificar, motivar y reconocer a tus Top performers. 

 

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Modificado por última vez enMartes, 02 Julio 2024 16:07

 

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